27/05/2023 - CANNES 2023: La directora canadiense habla de cosas como el proceso de hacer una película sobre el amor, sentirse más segura como directora y sus influencias filosóficas

La directora canadiense Monia Chokri nos revela los procesos internos de su película Simple comme Sylvain [+lee también:
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tráiler
entrevista: Monia Chokri
ficha de la película], presentada en la sección Un Certain Regard del 76.º Festival de Cannes.

Cineuropa: ¿En qué se diferenció la experiencia de rodar tu tercera película en comparación con las dos primeras?
Monia Chokri: Fue muy diferente, por muchos motivos. En primer lugar, porque he crecido, así que, en cierto modo, ahora tengo más experiencia. Mi película anterior, Babysitter [+lee también:
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ficha de la película], fue muy difícil de hacer debido a la pandemia, y yo no estaba en el mejor momento en lo que se refiere a mi vida personal. Para Simple comme Sylvain, conté con un nuevo director de fotografía [André Turpin], y tuve que enfrentarme al desafío de salir de mi zona de confort. Sin embargo, precisamente porque André no estaba del todo disponible en la fase de preparación, tuve que confiar en la idea, en mí misma y en mis decisiones. Además, creo que el hecho de ser mayor me hace un poco más tierna. He cambiado mi forma de ver mi trabajo y de presentarme al mundo: quiero ser más agradable y tierna.

Considerando la gran cantidad de títulos que abordan esta temática, ¿no es difícil hacer una película sobre el amor sin intentar que sea la obra definitiva sobre el tema? La tuya resulta vibrante, fresca y sensual.
El problema es que ya se ha tratado todo en el cine, así que es difícil redefinir una temática o a uno mismo. No creí que tuviese que hacer la película definitiva sobre el amor. No obstante, no se han hecho muchas películas así dirigidas por mujeres; gran parte de nuestra perspectiva la han formado los hombres. Pensaba mucho en el erotismo y la sensualidad, ¡y en el cine de Jane Campion! Recuerdo esa escena tan bonita de El piano, con el dedo en las teclas. ¡Es una escena tan potente y erótica!

¿Cómo imaginabas exactamente la película a nivel visual, antes de que llegara el director de fotografía?
Hago muchos ensayos con mis actores, también en el plató. Esto me ayudó a validar la idea que había escrito, para ver si realmente funcionaba. Por otra parte, también quería que surgiera algo orgánico, sobre todo en las tomas largas, como un baile. Teníamos que hacer algo a gran escala, pero también dejar cierto margen para que ocurrieran accidentes durante el rodaje. Antes me preguntabas qué había sido diferente con este proyecto. Creo que el hecho de que me permití ser un poco menos maniática del control. Pedía constantemente la opinión de los miembros de mi equipo. Les decía: “¡Dime lo que piensas, que gane la mejor idea!”.

¿Qué hay de los movimientos de cámara? Hay muchos usos evocativos de los zooms y las composiciones, que generan momentos mágicos.
Quería conseguir dos cosas: en primer lugar, imaginaba esta película como un documental de animales. Quería rodar desde lejos y observar el baile de los animales que estaban a punto de aparearse. Por ese motivo, teníamos que utilizar objetivos focales largos y un zoom. ¡A veces teníamos un objetivo de 600 mm! También pensaba en Robert Altman y su uso del zoom, así que estudié mucho su trabajo. Me inspiré en películas románticas de los años 70, como Historia de amor, y otras películas americanas de esa época, pero quería algo más tranquilo en el apartado visual.

Sophia es filósofa. ¿Cómo fue tu preparación filosófica?
Tengo que decir que el amor no ha sido un tema muy tratado en la filosofía. Era considerado más bien una temática propia de la literatura, o de la poesía, así que tuve que investigar mucho para encontrar algunos textos filosóficos sobre el amor. Sorprendentemente, ¡casi no había mujeres! Había algunos que escribían sobre el amor, pero de una forma muy críptica, como San Agustín. Entonces pensé: “Es interesante que el amor también lo hayan definido los hombres”. De esta forma, encontraba algunas frases que me ayudaban a dirigir la narración de la película.

Entonces, ¿la filosofía influyó en la narrativa?
La verdad es que sí. Tenía una idea de la narrativa y de la dramaturgia, pero los filósofos me ayudaron a cambiar algunas cosas. Al mismo tiempo, la narración me ayudó a encontrar algo más en los textos filosóficos. Era como una dialéctica entre filosofía y narración. Luego leí All About Love, de bell hooks, un libro que me cambió la vida. No suele definirse como filósofa, pero cuando estaba editando la película, pensaba en ella y en su definición del amor como una elección activa, y el montaje final estuvo muy influenciado por este libro.

(Traducción del inglés)