email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

LOCARNO 2023 Piazza Grande

Crítica: La voie royale

por 

- El tercer largometraje de Frédéric Mermoud nos muestra lo que hay detrás de una escuela de élite en la que el rigor se transforma en obsesión

Crítica: La voie royale
Marie Colomb y Suzanne Jouannet en La voie royale

Tras haber estado ya presente en ediciones anteriores del Festival de Locarno con sus dos primeros largometrajes, Complices [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Frédéric Mermoud
ficha de la película
]
(proyectado en la competición internacional y galardonado con el premio del cine suizo al mejor guion) y Moka [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
(ganador del premio Variety Piazza Grande), el director suizo Frédéric Mermoud vuelve a la Piazza Grande para presentar su último trabajo, La voie royale [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
. La película, que constituye una epopeya cruel pero conmovedora sobre un personaje que intenta desesperadamente dar sentido a una vida que sufre con demasiada pasividad, nos da la oportunidad de adentrarnos en el día a día de un internado de élite en el que perder la propia humanidad parece ser el único camino hacia el éxito.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Sophie es una estudiante brillante con una mente refinada que desconoce su propio potencial. Su rutina diaria se ve marcada por la vida en la granja de sus padres —que intentan, como tantos otros, sobrevivir a la codicia de una industria alimentaria despiadada— y las clases en el instituto del pueblo. Con el impulso y el apoyo de su profesor de matemáticas, Sophie decide abandonar la comodidad de la granja familiar para ingresar en una prestigiosa clase de preparación científica en Lyon. Se trata de un entorno totalmente desconocido y nuevo para ella, donde el alumnado —en su mayoría masculino— sueña con convertirse en la futura élite del país. Su nueva vida se caracterizará por encuentros decisivos, pero también por estrepitosos fracasos. La competencia es feroz y la carrera hacia el éxito, cruel.

A pesar de su pasión por las matemáticas y la física, Sophie (Suzanne Jouannet) no tarda en darse cuenta de que no hay nada definitivo y de que las victorias del pasado pueden pasar a ser recuerdos lejanos en un abrir y cerrar de ojos. Decidida a alcanzar su meta de ingresar en una prestigiosa universidad, la joven protagonista se convierte en una máquina de luchar que no se detendrá ante nada con tal de subir al escalón más alto del podio. Luchar y sufrir innumerables humillaciones por parte de profesores con un definido estilo anti-Steiner, o bien renunciar a sus deseos más profundos, se convierten en la clave del éxito para integrar una élite que espera dominar el mundo.

Pero, ¿qué se esconde tras esta máquina perversa diseñada para convertir a los seres humanos en ordenadores vivientes? A pesar de que su profesora de física (Maud Wyler) muestra de vez en cuando destellos de una personalidad más compleja de la que pretende aparentar, los adultos que la rodean parecen generalmente desprovistos de toda empatía. Abandonada a su suerte después de que su amiga y compañera de estudios (Marie Colomb) decida abandonar la carrera científica en favor de los estudios teatrales que tanto le apasionan, Sophie se ve obligada a hacer frente a unas frustraciones y dudas existenciales que ya no puede contener más.

A caballo entre dos mundos completamente distintos —el de su familia, caracterizado por la precariedad y las luchas sociales, y el del internado de élite donde los problemas económicos ni siquiera asoman por la puerta—, la protagonista de La voie royale debe encontrar su propio camino. Decidida a lograr sus objetivos, pero también consciente de la precaria situación en la que se ven obligados a vivir sus padres, Sophie se da cuenta de que necesita dar sentido a su batalla.

Con La voie royale, Frédéric Mermoud muestra la otra cara de la moneda de una sociedad en la que la excelencia se convierte en el motor de todo, una sociedad dominada por familias adineradas que imponen descaradamente sus propias reglas. ¿Sigue siendo posible hablar de una meritocracia cuando el poder parece reservado exclusivamente a una élite? Sin hacer de Sophie una víctima de un sistema social injusto, Mermoud nos muestra la lucha sin cuartel en la que la protagonista decide embarcarse para alcanzar las más altas esferas del poder. A pesar de su innegable sentimiento de inferioridad y de la máscara que se pone cada día para protegerse del mundo, Sophie no se rinde, porque en el fondo sabe que puede marcar la diferencia.

La voie royale ha sido producida por Tabo Tabo Films, Bande à part Films y RTS Radio Télévision Suisse, y las ventas internacionales corren a cargo de Pyramide International.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy